Cuando alguien se encuentra en la situación de que le deben dinero y no posee ningún documento firmado que acredite la deuda, puede sentirse preocupado y desamparado. Sin embargo, existen dos vías para intentar recuperar el importe prestado en este escenario. En este artículo, se analizará en detalle lo que se debe hacer en casos donde no existen documentos firmados que respalden la deuda.
Recuperación de deudas: vía extrajudicial y legal
Para cobrar una deuda cuando no existen documentos firmados que respalden el acuerdo, se pueden explorar dos caminos distintos.
Vía extrajudicial
En primer lugar, se puede optar por una reclamación extrajudicial. Esto implica comunicarse con el deudor de manera amigable y buscar el pago de la deuda sin recurrir a instancias legales de inmediato. Algunos de los pasos a seguir en esta vía incluyen:
- Notas de solicitud de pago: Enviar mensajes, correos electrónicos o cartas al deudor solicitando amigablemente el pago de la deuda.
- Diálogo con el deudor: Tratar de establecer una comunicación efectiva con la persona que contrajo la deuda para persuadirlo a que reconozca y pague su deuda de manera voluntaria.
La finalidad de esta vía extrajudicial es resolver el problema de manera pacífica, evitando recurrir a procesos legales. Generalmente, se parte del supuesto de que existe una relación de confianza entre el prestamista y el deudor, y que este último cumplirá con su palabra.
Vía legal
En segundo lugar, si la vía extrajudicial no da resultados, se puede optar por iniciar un proceso legal para recuperar la deuda. En esta vía, se deberá demostrar la existencia de la deuda ante las autoridades competentes. A menudo, esto implica una demanda judicial.
Es importante destacar que, a pesar de la falta de documentos firmados, un abogado especializado en casos de deudas podrá buscar pruebas que respalden la existencia de la deuda. Esto podría incluir testimonios o mensajes escritos u orales que indiquen la existencia del préstamo.
¿Cómo se considera un préstamo de dinero en el ámbito legal?
El concepto legal de un préstamo de dinero implica un contrato privado entre dos personas. Este contrato establece los acuerdos relacionados con el préstamo, como el plazo, la modalidad de pago y los intereses, entre otros aspectos. Cuando un préstamo se formaliza de esta manera, se crea un documento escrito que detalla los datos de ambas partes, la cantidad prestada y las condiciones para la devolución del dinero.
Sin embargo, la situación se complica cuando los acuerdos no se documentan y se basan en una relación de informalidad y confianza. En estos casos, el contrato se celebra únicamente de manera verbal, sin documentos ni firmas que respalden el préstamo.
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¿Qué hacer si el deudor no puede pagar?
En ocasiones, las circunstancias cambian, y el deudor puede encontrarse en una situación en la que no puede pagar la deuda acordada de manera verbal. En estos casos, ¿qué puede hacer el prestamista para recuperar su dinero? Lo más importante es lograr que el deudor reconozca la deuda por escrito, lo cual puede hacerse mediante un documento privado o público. Este documento servirá como prueba en caso de procedimiento judicial.
No siempre es sencillo que un juez valide las supuestas pruebas de un préstamo en ausencia de documentos firmados. Es crucial demostrar la cadena de hechos que respalde la existencia de la deuda y establecer de manera clara que el dinero se transfirió de una persona a otra sin relación con un servicio o compra. Algunos de los documentos útiles en estos casos son:
- Mensajería de texto o de audio: En la era de la comunicación digital, los mensajes de texto o de voz a menudo contienen información valiosa sobre el préstamo, incluyendo condiciones, plazos y detalles de transferencia de dinero.
- Emails: Los correos electrónicos pueden servir como pruebas de la deuda y los acuerdos relacionados con el préstamo.
- Testimonios: Las declaraciones de personas que fueron testigos de la transacción y que pueden dar fe de la existencia del préstamo pueden ser fundamentales para probar la deuda.
- Investigación de las cuentas bancarias: Las transacciones bancarias que muestran la salida del dinero de una cuenta y su ingreso en la cuenta del deudor pueden respaldar la existencia del préstamo.
Demandas judiciales: juicio monitorio y juicio verbal
Si el deudor se niega a reconocer la deuda o a pagar, es posible que el prestamista deba recurrir a una demanda judicial. En este contexto, existen dos tipos de juicios para el cobro de deudas: el juicio monitorio y el juicio verbal.
El Juicio Monitorio: Este tipo de juicio es adecuado para deudas de hasta 6000 € y es un proceso rápido y económico que no requiere la presencia de procurador ni abogado al presentar la demanda. El juez examinará los documentos y pruebas presentados por el prestamista y, si el deudor no responde en un plazo de 20 días, el juez dará por reconocida la deuda.
El Juicio Verbal: En el caso de deudas superiores a 2000 € o cuando las pruebas disponibles no son documentales, se recurre al juicio verbal. En esta instancia, se requiere la presencia de un procurador y un abogado. El juicio verbal incluye una vista en la que ambas partes exponen sus argumentos y pruebas. Si se reconoce la deuda y el deudor no paga, se puede proceder al embargo de dinero y bienes por el valor de la deuda.
En casos de deudas sin documentos firmados, la complejidad del proceso judicial hace necesario contar con un abogado especializado en la materia. Un abogado puede identificar pruebas efectivas y guiar el proceso legal para aumentar las posibilidades de éxito en la recuperación del dinero prestado.
Recuerda que, en situaciones de deudas sin documentos firmados, es fundamental buscar asesoramiento legal para tomar las decisiones adecuadas y seguir los procedimientos correctos. La justicia está ahí para ayudar a resolver conflictos, incluso en casos de deudas sin un contrato escrito.
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